Siendo el proceso electoral el conjunto de acciones que garantizan la expresión de la voluntad popular, el mismo se desarrolla en una serie de etapas debidamente reguladas en la normativa electoral y esto permite tener un marco de referencia de los momentos en los que la ciudadanía puede ejercer su derecho de participación política. Estas grandes etapa son:
Etapa interna: que consiste en el período de formalización de las candidaturas partidarias y no partidarias.
Etapa nuclear que comprende desde la fase de inscripción de las candidaturas ante la autoridad electoral hasta la realización de la jornada electoral e incluye el desarrollo de la propaganda electoral.
Etapa de cierre que implica la práctica del escrutinio preliminar por las Juntas Receptoras de Votos, del escrutinio final por el Tribunal Supremo Electoral y la declaratoria de electos con entrega de las credenciales a las y los nuevos funcionarios.